Una de retos más comunes que enfrentamos los emprendedores, es no sentirnos suficientemente buenos en lo que hacemos, siempre o la mayoría de las veces, tendemos a medir nuestros resultados o desempeño, comparándonos con los demás. No solo en el proceso de desarrollo de nuestras ideas o proyectos, sino también, en líneas generales, pensamos que siempre los demás están mejor que nosotros mismos.
No se imaginan la cantidad de veces que he escuchado Ana, ¿cómo dejo de compararme continuamente con los demás?, y es una realidad del ser humano, no solo en el ámbito de emprendedor sino incluso en nuestra vida profesional y hasta personal.
Muchas veces tenemos la “mala costumbre” de estar continuamente viendo “el tejado del vecino”, es decir, buscando la respuesta a, ¿qué están haciendo los otros?, y quedamos hechizados consumiendo el contenido del otro esperando encontrar una fórmula mágica. Dejando de valorar por supuesto, el trabajo que hacemos de forma única, especial e individual.
A título personal pienso, que la razón primordial de vivir en ese estado de comparación es porque, NO CREEMOS tener lo suficiente, vivimos con la necesidad de querer llegar a la meta más rápido que él otro e incluso al mismo lugar donde él o ella está. Nos cegamos viendo el trabajo de otros, perdiendo el valor de creer en tu propio talento, mensaje, estilo y genialidad.
No obstante, pocas veces realmente nos sentamos a pensar o analizar el camino que ha recorrido ese tercero y las experiencias, etapas o procesos que ha vivido esa persona, para obtener los resultados que hoy disfruta.
Es fácil hoy día abrumarse en las redes sociales y con internet, del abanico de “casos de éxitos”, entre comillas, porque no todo lo que se ve en redes es real, por eso no perdamos el tiempo que podemos invertir en lo nuestro, y permitir engañarnos, de apariencias, expectativas y percepciones de nuestro ego. Cada resultado lleva consigo un proceso de aprendizaje, de muchos errores, fracasos, de recorrer un camino, para llegar a tener resultados, crecimiento y éxito.
Estrategias para dejar de compararme
Evaluar la trayectoria
Una estrategia que puede resultar muy beneficiosa cuando sientes sucumbes con este monstruo de la comparación, es sin duda pensar en la trayectoria, es decir, el tiempo que tiene actualmente esa persona en el mercado.
Debes considerar, que esas personas con las cuales hoy puede que te compares y sientes tienen más éxito que tú, simplemente se encuentran unos pasos más adelante y sencillamente tú hoy, ya estás viviendo el proceso que debes, para alcanzar también los resultados por los cuales estás trabajando.
Mis habilidades son únicas
En algún momento te encontraste diciéndote a ti misma, “no puedo lograrlo o simplemente pensando, el resultado de su éxito se deriva de sus habilidades”, pero en definitiva cada quien tiene habilidades, capacidades, estilos y procesos distintos.
Dejame decirte, ¡claro que no son las mismas! y menos mal que no lo son, cada uno de nosotros venimos al mundo con una caja maravillosa de herramientas.
Cuentas con habilidades innatas las cuales no solo te harán marcar la diferencia sino que permiten que hoy ser quien eres, suficientes para contar tu propia historia, avanzar y transitar.
Evidentemente es posible desarrollar otras habilidades y superarnos cada vez más, adquirir nuevas destrezas y en consecuencia crecer.
Quiero hacer aquí una metáfora representativa con la única intensión de dejar grabado con fuego este concepto en tu mente, ¿te imaginas a Superman derrotado sentado en una roca pensando que no puede continuar una batalla porque no tiene el cinturón de Batman?, podrás imaginarte a Spiderman dejando de combatir al villano una batalla por no poseer el martillo de Thor o la fuerza de Hulk.
Tu también tienes super poderes solo necesitas tomarte el tiempo de reconocerlos y apreciarlos.
Cambio de Mentalidad
En el momento en el cual entramos en ese proceso de compararte constantemente, nuestra mente activa las alertas y comenzamos a desarrollar un pensamiento continuo, un proceso comparativo generalizando en distintos ámbitos de nuestras vidas, algo nada positivo y por demás agotador.
Quizás en otro momento de la historia sería menos claro, pero hoy con la crisis mundial que estamos viviendo tras la pandemia, estamos aprendiendo a complementarnos, a compartir y debemos entender cómo cada uno de nosotros tiene su propio mensaje e historia.
Comprende, el mundo no solo necesita de tu mensaje, necesita del mensaje de todos, puede que estos sean parecidos, pero la realidad es que cada uno somos personas diferentes, formando parte a su vez de un eslabón de la gran cadena. ¡TODOS hacemos falta!.
Entonces estamos para complementarnos, hechos para compartir y no competir, será así una manera más saludable de vivir también.
Evoca el éxito
En líneas generales te recomiendo recordar esos momentos claves en los cuales alcanzaste el éxito, una victoria, no importa lo grande o pequeña que esta sea.
Puedes incluso hacer una lista de las cosas o características que recuerdas de ese momento, tus habilidades, fortalezas las cuales fueron claves para tener éxito en ese momento épico de tu vida.
El objetivo de crear ese listado será entonces replicarlo, entendiendo que la clave de ese éxito puede ser “alarmas” o aspectos claves. Por ejemplo las personas que necesitan tener organizado o planificado su día, cuando no identificamos estos puntos y dejamos de controlarlos, desde allí activamos las inseguridades. “Crea tu habitat de trabajo, aplicando todas tus armas secretas para triunfar”.
Cada persona tiene su etapa y su proceso
Emplea ese tiempo de comparación con otros en evaluar tu curva de crecimiento, la única comparación que en este momento te funcionará es cómo estabas tú en comparación con el día de ayer, hace 6 meses o un año.
Comienza a pensar cómo quieres verte a futuro en comparación con la que hoy eres, pero siempre desde el aspecto positivo, evita el síndrome del impostor, las dudas de si podrás o no lograrlo.
“La única comparación válida y necesaria, es contigo misma”.
Vales demasiado
Tu eres tu principal protectora, sé la guerrera y defensora de tu causa, no entres en ese juego sombrio de menospreciar ese maravilloso trabajo que has alcanzado.
Entiende que hoy ya has creado tu propia historia, tienes tu camino único, con las subidas, baches, llanuras y praderas, con días claros y otros más nublados, pero lo más importante de todo, ES TUYO.
Trabaja continuamente en tu crecimiento, preparación, convirtamos progresivamente esas debilidades que hemos identificado anteriormente en fortalezas.
Y quiero hacer un paréntesis aquí, está bien tener debilidades, todos las tenemos y nunca seremos buenos en todo, pero debemos de manera inteligente desarrollar lo mejor de nosotros mismos.
Los nuevos conocimientos nos invitan a salir de la zona de confort, nos dan la adrenalina que necesitamos, es parte del combustible del emprendedor.
Me abrumo
Quiero ser honesta contigo, claro que te vas a abrumar, pero lo importante es tener claro el POR QUÉ lo estás haciendo.
Cuando nosotros hemos identificado un norte claro, entonces en esos momentos en los cuales te abrumas puedes pensar:
Me estoy fortaleciendo, estoy creciendo, me estoy transformando, estoy recorriendo mi camino para esa versión de futuro que quiero.
Verás cómo desarrollas una relación mucho más saludable contigo.
Si quieres empezar a trabajar tu mentalidad y creencias frente a tus talentos, te invito a que revises un taller muy especial donde justamente me uní a una experta en trabajar esos pensamientos limitantes que como emprendedoras siempre tenemos Taller Money Magnet.
Gracias por leerme
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Un fuerte abrazo,
Ana María.